Estabas exhausto; el trabajo estaba minando lo último que te quedaba de fuerza. La chica que amabas te traicionó y te abandonó. Nada en la vida traía alegría, pero seguías pateando. Las patadas continuaron hasta el momento en que el semáforo pasó de verde a rojo. Sin embargo, lo que parecía el final en realidad resultó ser un nuevo comienzo en un mundo de fantasía absolutamente desconocido. Tus recuerdos permanecieron intactos y obtuviste nuevos poderes y una familia.