Esta mañana he conocido a una chica tremenda. Muslos que juegan con toda la mundanidad de sus amplios pechos. La forma en que lleva su uniforme escolar sin protección. La forma en que revoloteaba su deslumbrante ropa interior azul, la falda demasiado corta para envolver esos muslos y nalgas. La miraba tanto que no podía hablar. Todos los chicos me devolvían la mirada cuando pasaba a mi lado. Reprimí mis sentimientos agitados y me encontré siguiéndola. Me obsesiona el realismo. ‘No es que hagamos lo real en el tren. No me inserto en el tren. Pero sí hago bukkake en secreto.